¡No necesitas tener un título formal para sentir!; los “casi algo” duelen tanto o más que terminar una relación de años.
Todas las mujeres en algún momento de su vida conocen a una persona que se vuelve su “casi algo”; es esa persona que parecía perfecta pero que, por alguna razón, la vida decidió que no podían tener una relación formal y se convirtieron en un sueño frustrado, pues sus planes a futuro jamás se van a realizar. Si te sientes identificada con esta situación, continúa leyendo para entender por qué duele tanto cerrar este ciclo en tu vida.
¿Por qué duele terminar con tu “casi algo”?
La razón es muy sencilla; los “casi algo” están llenos de idealización, regularmente no logras pasar la etapa de enamoramiento entonces no tienes la oportunidad de conocer a fondo a esa persona y darte cuenta que así como tiene grandes virtudes, también puede estar llena de defectos.
Cuando pasas mucho tiempo con tu pareja, comienzan los retos porque aprendes a convivir; los disgustos aparecen y es en esos momentos en los que la relación se hace mucho más sólida, pues juntos buscan una solución para cualquier problema que se les presente, ¡con los “casi algo” esto no pasa! Porque no hay ningún compromiso de por medio que los impulse a construir juntos.
Los “casi algo” están llenos de momentos buenos, pero regularmente todo muere cuando es la hora de enfrentarse a las malas rachas; por eso tu cabeza y tu corazón se quedan con la idea de que todo fue maravilloso, pero en realidad, lo que los hace especiales es que no puedes pensar en un futuro, solo vives el “aquí y ahora” por lo tanto, disfrutas al máximo cada instante.
¿Cómo superar una relación que nunca se dio?
Lo primero que tienes que hacer es dejar de creer que pudo ser perfecto, ¡eso no es cierto!; esa persona a la que seguramente le pusiste un altar, en algún momento hubiera mostrado todos sus defectos. Después, necesitas entender que por algo pasan las cosas, quizá la vida tiene preparadas situaciones diferentes para ti.