Es común que en nuestra mente todo parezca más atractivo o ideal comparado con la realidad. Por lo que no tiene nada de malo que algunas vez hayas sentido que fantasear con sexo te excita más que el encuentro físico.
Recordemos que el deseo sexual no depende solo de la parte física, siempre viene acompañado de un proceso mental en el que la anticipación y la imaginación juegan un papel clave.
Ya que el cerebro, se encarga de generar excitación incluso antes de que algo pase. Sin embargo, al momento en que ya tienes sexo, la experiencia puede no ser tan increíble como la habías imaginado, y esto puede hacer que la emoción disminuya.
Si sientes que esta diferencia entre la fantasía y la realidad afectan tu manera de disfrutar del sexo, hay formas de trabajar en ello. Explorar lo que realmente te excita y llevar algunos elementos de tus fantasías a la realidad puede ayudarte a cerrar esa brecha.
También es útil enfocarse en el momento, dejar de lado la presión de cumplir con expectativas irreales y darte la oportunidad de disfrutar de cada sensación sin compararla con lo que idealizaste.