¿Sientes que tu libido ha disminuido? Tranquila, no estás sola. La libido puede fluctuar por muchas razones, y es importante entender qué está pasando para poder trabajarlo con calma y empatía hacia ti misma. Aquí te contamos algunas de las causas más comunes que podrían estar afectando.
Estrés
Cuando tu cuerpo está bajo presión, produce más cortisol, lo que puede apagar el deseo sexual casi por completo. Si sumamos a eso la fatiga mental y física, no es de extrañar que la intimidad quede relegada. Practicar meditación, ejercicio o simplemente darte un respiro puede marcar la diferencia.
Desbalances hormonales
Factores como la menstruación, anticonceptivos hormonales o condiciones como el síndrome de ovario poliquístico pueden alterar tus niveles de estrógeno y testosterona, afectando directamente tu deseo. Si notas cambios en tu ciclo menstrual o una fatiga persistente, quizá sea momento de consultar con tu médico.
Falta de descanso
Dormir poco o mal puede agotar tu energía y desbalancear tus hormonas, afectando tu libido más de lo que imaginas. Prioriza tu descanso con una buena rutina nocturna y evitando pantallas antes de dormir.
Medicamentos
Por último, algunos medicamentos, como antidepresivos o tratamientos para la presión arterial, tienen como efecto secundario una baja en el deseo sexual. Si crees que esto podría ser tu caso, habla con tu médico para explorar opciones.
En resumen, tu libido se puede ver afectada por desbalances ya sean físicos y/o emocionales. Recuerda que no tiene nada de malo buscar ayuda si sientes que algo no está bien. Al final del día, lo más importante es cuidar de ti misma.