Aunque suene como algo salido de una comedia, el famoso “pene atrapado” o penis captivus es real, aunque muy raro, pero real. Siendo realistas puede sonar gracioso, pero al momento en que sucede, tú y tu pareja se pueden llevar un gran susto. Por eso aquí te explico de qué va, por qué sucede y qué puedes hacer en caso de que te pase.
Esto pasa cuando los músculos de la vagina se contraen con tanta intensidad alrededor del pene que complica la de este. Esta contracción puede ser por varias razones, entre ellas un orgasmo muy intenso, nervios, o falta de lubricación. En casos muy raros, puede ser por una diferencia importante de tamaño entre el pene y la vagina.
Cuando llega a pasar, puede ser incómodo y aterrador, pero lo más importante siempre es mantener la calma. Los músculos vaginales suelen relajarse en cuestión de minutos, permitiendo que todo vuelva a la normalidad. En lo que esperas, mantenerte lo más tranquila posible es fundamental, ya que el estrés puede empeorar la contracción.
La mayoría de veces con cambiar de posición, (como acostarse de lado) y/o esperar es más que suficiente. Eso sí, nunca intentes separar el pene de manera brusca, ya que esto podría causar dolor o lesiones. En caso de que nada de eso funcione, es necesario que consigas ayuda médica profesional.
A grandes rasgos, para prevenir este tipo de sustos, asegúrate de que ambos estén relajados antes del encuentro, usa suficiente lubricante (si es necesario) y mantén una buena comunicación con tu pareja. La clave siempre está en cuidar de tu cuerpo y disfrutar de tu sexualidad con confianza y calma.
