Aunque cada relación tiene sus propios acuerdos, la psicología tiene su propia opinión sobre el poliamor
Desde los años 90’s existe una tendencia en las relaciones sexoafectivas que dice que sí es posible amar a más de una persona con el sano consentimiento de todas las partes involucradas, pero ¿es realmente posible? Esto es lo que la ciencia y la psicología dicen sobre el poliamor.
Cabe destacar que existen tres niveles de poliamor (ojo, no confundir con poligamia):
- Amor jerárquico: existe un núcleo de personas que tienen una relación más cercana o intensa, que se vincula con otras personas manteniendo relaciones secundarias.
- Polifidelidad: existe un círculo acotado de personas con las que se pueden tener relaciones íntimas, pero fuera de ese límite se prohíben.
- Amor libre o anarquía relacional: no existen restricciones, hay una libertad absoluta tanto para amar como para mantener relaciones sexuales, pero tiene que basarse en el consenso desde el principio.
Aunque dicha tendencia dice que sí podemos amar a más de una persona, la psicología tiene su propia opinión al respecto.
¿Podemos amar a más de una persona?
Cuando el enamoramiento llega a nuestra vida ocurren una serie de procesos fisiológicos que explican el motivo por el que estar enamoradas se vuelve una sensación agradable y de bienestar durante algún tiempo, la dopamina y la adrenalina hacen gala de su presencia en el cuerpo durante un breve tiempo de euforia y pasión, es decir, hasta este nivel de satisfacción biológica sí es posible entablar más de un vínculo durante determinado tiempo, sin embargo, y de acuerdo con la psicología, en el siguiente nivel de la relación es prácticamente imposible profundizar lo suficiente para considerar que amas a dos o más personas a la vez.
Cuando una persona entabla más de una relación con personas diferentes, es síntoma de algunos padecimientos psicológicos de fondo como el narcisismo y la inseguridad en sí mismo.
Cuando nos relacionamos con más de una persona se pone de manifiesto una fuerte incapacidad de lealtad, por lo que la experiencia amorosa será parcial e incompleta debido a que sólo existe la posibilidad de relacionarse con la parte buena y comprensiva de ambas parejas lo cual deja fuera de la jugada la capacidad de involucrarse lo suficiente para conocer esa otra cara de cada persona, lo que es considerado necesario para entablar relaciones amorosas verdaderas.
Es decir, al amar a dos personas o más, en realidad sólo estás conociendo la mitad de cada una de ellas y a la larga estos vínculos no pueden trascender.