¿No es curioso cómo la gente tiene un brillo especial cuando vuelve de la playa? Lo que percibimos de ellos es el aura postcoital de alguien que ha estado practicando sexo alucinante toda la semana. Je.
Por RACHEL VARINA
Pero en serio, como he dicho, esto es muy legítimo: “En vacaciones solemos olvidarnos de los factores estresantes de nuestra vida cotidiana, por lo que nuestro cuerpo está preparado para un es- tado de relajación y la mente no está desbocada. Es más fácil para nosotros estar en el presente, lo que conduce a un mejor sexo”, explica el terapeuta sexual certificado Todd Baratz.
Además del cambio de mentalidad, cualquier pequeña experiencia que te saque de tu rutina diaria puede prepararte para el placer, dice la terapeuta sexual Kate Balestrieri: “Cada novedad, desde el olor de las flores del vestíbulo hasta la textura de las sábanas de la cama del hotel, es información nueva para el cerebro”, afirma. Estos lujos ajenos a ti crean pequeños subidones de do- pamina que provocan una erótica sensación de anticipación que, a su vez, aumenta considerablemente el placer.
En resumen, amigas mías, sentirse más relajada + experimentar cosas nuevas = el mejor sexo del año. También esta fórmula es la razón por la cual muy pocas personas en vacaciones recurren al *vamos a las mismas tres posiciones hasta que uno o ambos de nosotros se canse y caiga... dormido*, así que la mejor noticia en todo esto es que no hace falta reservar una suite de lujo para conseguirlo: basta con que sigas leyendo.
No es tu imaginación, es la ciencia: el sexo en vacaciones es diferente; ¿por qué?
Recoge tu desorden
No hay nada como un montón de ropa que no está exactamente limpia, pero tampoco exactamente sucia, para que tu cerebro vuelva al terreno de las listas de tareas pendientes. Escóndelo todo en un clóset (no te avergüences) o contrata un servicio de limpieza para que tu espacio quede reluciente.
Cuelga un cartel figurativo de “No molestar”
O uno literal, si vives con roomies. La cuestión es fuera teléfonos y computadoras apagadas. Elimina cualquier posible interrupción para que puedan concentrarse en ustedes mismos.
Sal del cuarto
Escoge un lugar (o dos) (o tres) donde nunca antes hayan tenido relaciones sexuales para que tu cerebro reciba esas señales de *novedad*.
Enciende una vela de hotel
Ya es una norma que todos los hoteles elegantes tengan un aroma característico, ¿verdad? Elige uno que te recuerde a tu destino favorito y deja que su relajante esencia desencadene tus recuerdos más hot.
Tiempo de vacaciones
¿Sexo a las 2 de la tarde, un martes? ¿Un sábado a primera hora de la mañana? Recrea la espontaneidad y la actitud de “¿¡qué es eso llamado horario!?” que mantienes durante una escapada tropical.
Comidas en la cama
Prepara un surtido tipo minibar de quesos, galletas saladas, frutas y champagne para dar de comer (o lamer) a tu pareja.
Vístete a la moda
¿Lencería? No. ¿Bikinis pequeñitos? Sí. Porque por mucho que quieran arrancarte el traje de baño en la piscina de un hotel... en casa sí pueden. Y deberían.