¿En qué condiciones una mujer estaría dispuesta a ser la amante de un hombre casado? La psicología tiene la respuesta, sigue leyendo para conocer más sobre este comportamiento…
Ser la tercera en cuestión dentro de una relación de pareja suele ser sumamente criticado ya que aparentemente las personas que juegan el papel de amante destrozan más que corazones, sin embargo, lejos de adquirir una postura moral sobre lo bueno y lo malo de este tipo de relaciones extramaritales, la psicología se ha encargado de darle una respuesta a la pregunta del millón: ¿por qué o bajo qué circunstancias una mujer aceptaría ser la amante de un hombre casado?
Cabe destacar que la responsabilidad de una relación sentimental compete únicamente a dos personas que todos los días toman la decisión consciente de cuidar el vínculo con su pareja, por lo que, la tercera persona en cuestión no es culpable de las rupturas y las deudas emocionales que adquieren las personas infieles, sin embargo, también se pone sobre la mesa la capacidad de decidir no hacer daño a través de la sororidad entre mujeres.
Motivos por los que una persona aceptar relacionarse con alguien que ya tiene un compromiso previo
De acuerdo con la psicología existen algunos factores de peso que llevan a una tercera persona a aceptar condiciones y limitaciones en el desarrollo de una relación, aunque también es cierto que muchas veces sólo se trata de aventuras pasajeras.
Fuerte atracción
Como ya te adelantamos, una infidelidad puede tratarse de una aventura momentánea o una relación paralela, en ambos casos, la atracción, el deseo y la pasión entre las dos personas suelen ser sumamente emocionantes lo cual resulta convertirse en una adicción por la adrenalina y las hormonas de la felicidad que irriga el cerebro.
Promesas sin fecha de caducidad
Al tratarse de una relación sumamente emocionante, ambas personas involucradas suelen prometerse cosas que probablemente llegarán, pero que les mantienen atadas durante un prolongado periodo de tiempo.
Por la anécdota
Otro escenario posible es que ambos estén conscientes de que no va a trascender y solamente estén viviendo la emoción del momento, para muchas personas lo prohibido suele ser el atractivo.
Desconocimiento
Aunque parezca imposible, algunas de estas relaciones inician basadas en la mentira porque la persona comprometida no aclara su estatus civil o emocional, una vez que la tercera persona descubre la verdad es probable que decida continuar con la relación porque ya está muy involucrada sentimentalmente.
Baja autoestima
Esta suele estar presente en todas las relaciones extramaritales ya que las personas que aceptan ser las terceras en discordia suelen tener baja autoestima o la percepción de que no tienen la capacidad de concretar relaciones completas, comprometidas y duraderas.
Carencias emocionales
La psicología sostiene que cuando hay vacíos emocionales que no logran ser cubiertas con ningún otro estimulo, es posible que las personas acepten tener relaciones extramaritales. Los traumas y carencias del pasado suelen jugar un papel determinante en estos vínculos sexoafectivos.
Repele al compromiso
También es cierto que hay personas conscientes de que quieren tener una relación sexoafectiva, pero no están dispuestas a enfrentar las obligaciones y responsabilidades que esta conlleva, por ello recurren a este tipo de vínculos que no les exige nada porque en estricto sentido no hay nada de por medio.