Derrumbemos los mitos de la novia perfecta. Es momento de agobiarnos en el terreno del amor con lo que nos dijeron que debíamos ser.
Pocas de nosotras somos inmunes a las presiones de ser la novia ideal. La novia perfecta. Un personaje mítico que los hombres nos han impuesto y dicho que si no logramos ser, escasamente seremos amadas, respetadas o valoradas.
OK. Quizás esta idea también te la han vendido tu madre, tu abuela o las mujeres de tu familia. Pero ¿a ellas quién les enseñó esto? Una sociedad machista y sumamente misógina, que sólo busca la menor oportunidad para decirnos cómo actuar, cómo vestir y quiénes ser. Una civilización que prácticamente nos ha dado un manual para ser la mujer perfecta y alcanzar la felicidad cumpliendo todo lo que “nuestro hombre” espera de nosotras. Espera... ¡¿QUE?!
Vaya, chicas. A lo que vamos es que ya es tiempo de romper algunos mitos y dejar de ser esas muñecas estereotipadas que tanto desean que nos asimilemos.
Esos son:
#1
La novia perfecta es tan eficiente con su horario que tiene mucho tiempo libre para cuidarse, almorzar con sus amigas, trabajar, estudiar, ver a su familia y todavía se las arregla para cumplir con sus “obligaciones” ante la pareja.
#2
Es una maestra del placer y siempre cumple con sexo glorioso, capaz de complacer a su pareja todas las noches. La novia perfecta tiene como objetivo complacer...
#3
No menstrúa. ¡Já! Obvio que lo hace, pero se ha convertido en una experta en nunca dejar que eso afecte su vida, su intimidad y mucho menos la imagen que su pareja tiene de ella.
#4
Definitivamente está en forma, porque fuerte es el nuevo skinny. O sea, ya no está obsesionada con la delgadez, pero sólo come batidos de cáñamo con infusión de algas probióticas verdes y tiene una práctica diaria de yoga y meditación.
#5
Sólo instagrammea cómo está viviendo en un flujo de fuerza femenina todos los días: no se estresda por nada, se siente bendecida, hace todo el autocuidado posible y siempre dice SÍ a la vida.
#6
La novia perfecta es divertida, lista y para nada exhaustiva.
#7
Ella es una mujer que actúa siempre con gentileza y respeto, Ama y tolera a toda la familia, amigos y conocidos de su hombre; ¿por qué? Porque toda persona que él valora, ella también (o incluso más).
#8
Lo más importante: la novia/mujer ideal es blanca, de género cis, heterosexual, de clase media alta (aunque no es demasiado rica, porque no se puede relacionar con ella) y sin discapacidades. Somos una Barbie, en términos tácitos.
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Está bien. Pues ahora toma todos esos mitos y tíralos directo a la basura ¿Estamos dispuestas a seguir viviendo en una sociedad donde la mujer idealizada es presionada desde todos los ángulos? Definitivamente no. Desde muy pequeñas somos bombardeadas con programas de televisión, anuncios de revistas y sutiles señales de lenguaje, como para seguir soportándolo. Como para agobiar con esa “educación” a las nuevas generaciones.
Aprendamos: hay cualidades de nosotras mismas que escapan de esta cultura de perseguir vigorosamente metas y métricas externas de éxito y complacientes con los hombres-pareja. Y están bien. Eso somos. Eso es lo que hay que alcanzar y no reglas ultramisóginas que invisibilizan nuestro interior y nuestro sentir.