Mito o realidad: ¿La masturbación masculina afecta el desempeño en las relaciones íntimas?

Descubre si realmente masturbación masculina afecta la vida sexual o es un tabú

Mito o realidad: ¿La masturbación masculina afecta el desempeño en las relaciones íntimas?

Mito o realidad: ¿La masturbación masculina afecta el desempeño en las relaciones íntimas?

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Cuando se trata de la vida sexual, aún mantienen un gran peso los prejuicios y tabúes que se tienen en relación con varios temas. En este caso, la masturbación masculina es un tema rodeado de mitos, especialmente sobre su impacto en el desempeño sexual. Es por eso que aquí te contamos los datos reales detrás de estas ideas.

En general, la masturbación no afecta negativamente el desempeño sexual, de hecho, puede ayudar a los hombres a conocer mejor su cuerpo y entender qué les gusta, lo que mejora su confianza y comunicación con sus parejas. Sin embargo, en casos de hábitos excesivos o técnicas inadecuadas (como demasiada presión o fricción), puede ocurrir una dificultad llamada eyaculación retardada, donde resulta complicado alcanzar el orgasmo durante el sexo con otra persona.

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En relaciones saludables, la masturbación suele ser complementaria, no un sustituto. Sin embargo, si alguien recurre constantemente a la masturbación en lugar de buscar intimidad con su pareja, esto puede ser indicio de algún problema, como estrés o conflictos relacionales. Esto, más que el acto en sí, puede afectar la conexión en pareja.

Lejos de ser perjudicial, la masturbación puede tener beneficios físicos y emocionales, como aliviar el estrés, mejorar la calidad del sueño e, incluso, reducir el riesgo de enfermedades como el cáncer de próstata en edades avanzadas. Sin embargo, es importante mantener un equilibrio y no convertirlo en un comportamiento compulsivo.

Recuerda que nada en exceso es bueno, por lo que la masturbación masculina, cuando se practica de manera saludable, no afecta negativamente el desempeño sexual. Más bien, puede ser una herramienta para el autoconocimiento y la mejora de las relaciones íntimas. Si surgen problemas como disfunciones sexuales o una reducción drástica en el interés hacia la pareja, puede ser útil buscar el apoyo de un profesional.