Tu príncipe azul llegó hasta que lo metiste entre sábanas y ¡oh, decepción! Te decimos cómo manejar la situación
No estamos hablando de un one-nightstand ni de un hookup, este sujeto es el posible “hombre de tu vida”, el que tiene cara de “padre de tus hijos”, pero ¿cuánto estás dispuesta a sacrificar? ¿Qué opciones tienes? ¿Cuál es tu escala de valores? ¿Qué tan importante es el sexo?
COMUNICACIÓN
Digamos que ya le diste chance, unas tres veces -mínimo- y no sabes cuál estuvo peor... Es momento de hablar. Y para hacerlo... No lo juzgues por la primera experiencia. Pudo estar nervioso, tener un mal día, etc. Si ya viste que de plano no, háblalo, pero con tacto. Planea muy bien lo que le vas a decir. Ponte en sus zapatos. No lo hieras, pero no dejes de ser clara y honesta y no “disfraces” lo que quieres expresar; si no, el problema nunca se va a aclarar.
DOS POSIBLES TÁCTICAS:
1. En la cama: Puedes empezar con una mentirilla piadosa: "¡Wow! Eso está padre”, seguida INMEDIATAMENTE por un “ahora trata así...” y le dices exactamente lo que quieres. El primer cumplido hará que se emocione y le ponga más ganas a lo que a continuación le pedirás. Si es lo que querías, ¡échale muchas porras!
2. Fuera de la cama: Hazlo como un sándwich (la plática, no la posición): primero, un halago; después, lo que puede mejorar, y cierras con otro cumplido que suba su ego sexual: dile cuánto te prende su maravilloso abdomen marcado o la forma en que besa, por ejemplo.
TRATAR ALGO NUEVO
Si no te sientes muy preparada para hablar algo así, propón algo nuevo sin necesidad de “tocar el tema”. Actúa juguetona (no lo tomes demasiado en serio) y ve cómo reacciona cuando le sugieres “experimentar”, con el pretexto de divertirse, de hacer algo distinto... Si se saca de onda y no quiere cooperar o ni siquiera pone atención a tu sugerencia, será difícil que cambie.
CUANDO NO VA A FUNCIONAR
Hablar de estos temas no solamente es cosa de sexo, sino que se trata de un espejo de tu relación. Según la reacción que él tenga, te podrás imaginar cuál va a ser su actitud en cualquier conflicto futuro. Así que...
A) OLVÍDALO SI...: No tiene disposición de probar o de darte. Está en negación. Te dice que no tiene por qué cambiar, que siempre le ha dado gusto a las mujeres y que probablemente la que está mal eres tú. Huye de inmediato. No es tan buen tipo como pensabas.
B) RECONSIDERA...: Si en verdad te sentiste escuchada y conectaron emocionalmente durante la conversación. Si te puso atención y notas que le está echando ganas. Ten paciencia, que esto no va a mejorar de un día para otro; tú también tienes que ser tolerante (si realmente te interesa como pareja). Una relación es trabajo de ambos, no de exigirle al otro sin ayudar.
SI YA TRATASTE Y NO MEJORA...
A) TE QUEDAS: Todo dependerá de qué tan importante sea el sexo para ti. Hay mujeres que deciden quedarse con él por todas las demás ganancias, pero a la larga, se vuelven “amigos”, “roomies” y se dedican al 100% a sus “hijos” y al “hogar”. Esto puede dar lugar a infidelidades por parte de ambos lados; así que otro tema que pudieran considerar, es ser polisexuales o abrirse a tener relaciones con más personas.
B) LO DEJAS: No tengas culpa. La sociedad suele reprender a las personas que prefieren el sexo a otras “cualidades” en su pareja. Pero estás en todo tu derecho de saber qué tipo de relación quieres y, por ello, dejar una que no te satisfaga. Compórtate como una dama y no acuses a tu ex con todo el mundo. Si no fue bueno en la cama contigo, no significa que no lo sea con las demás. A lo mejor sí enciende las más bajas pasiones de otras mujeres.