Seamos directas: un beso negro es igual a sexo oral en la zona anal.
Las lamidas, besos, movimientos rápidos de la lengua, remolinos suaves y más forman parte de esta polémica práctica que divide opiniones en la intimidad. Para prepararte para dicho acto, Tristan Taormino, educadora sexual, recomienda tomar una ducha previamente: “A algunas personas les gusta usar un paño para bebés sin perfume antes para asegurarse de que todo esté súper limpio. Para un beso negro más seguro, también puedes usar un condón alrededor de la bolsa para protegerte de las ITS y otras infecciones”.
Los riesgos de practicar el beso negro durante la intimidad
De no utilizarse un condón durante el acto, se pueden contraer infecciones y enfermedades de transmisión sexual. Según lo que reveló la sexóloga y escritora, Valérie Tasso, para CuídatePlus, es importante tomar precauciones antes de recurrir al famoso beso negro.
“Hay que saber que el ano y/o recto pueden tener bacterias, virus o parásitos (dentro o alrededor del ano) que pueden acarrear riesgos de infección como puede ser el caso del Virus del Papiloma Humano (VPH), el herpes, la clamidia, la hepatitis B, entre otras infecciones/enfermedades de transmisión sexual. Hay que tener especial cuidado si acercamos la boca a los genitales justo después de haber hecho un anilingus por la presencia de las bacterias Escherichia coli (“E. coli”) que pueden causar una infección del tracto urinario en la uretra”.
Otro detalle a tomar en cuenta son las infecciones estomacales. ¿Tu pareja está enferma del estómago? Evita realizarle un beso negro: “Básicamente, hay bacterias en todas partes, en el ano, en los genitales, en la boca, y estas bacterias comunes en la boca no causan mucho daño”. En general, si tu pareja está sana, el beso negro debería estar bien. Sin embargo, si tu pareja tiene problemas intestinales (parásitos o dolor de estómago), no te arriesgues.