¿Quién dijo que las estrellas de Hollywood son tímidas a la hora de hablar de su vida íntima? Aunque normalmente las verlas como entes inalcanzables, muchas celebridades han demostrado que, cuando se trata de sexo, también tienen sus gustos peculiares y no temen hablar de ellos.
Lady Gaga
Cuando se trata de Lady Gaga, la extravagancia y el deseo constante de romper con los límites convencionales son algo muy característico de ella. Este gusto por ser intrépida no se limita solo a su música y actuación, también llega a la cama, ya que en múltiples ocasiones ha dado a conocer que disfruta de diversos fetiches, como el bondage, los juegos de roles, y no le da pena admitir que está dispuesta a intentar de todo un poco en la intimidad.
Ricky Martin
El cantante que nos enamoró en los 90’s y sigue robándose el aliento, confesó ser fan de un fetiche bastante peculiar. Fue en una entrevista durante su visita a un podcast, donde se sinceró acerca de su gusto por las famosas golden showers. Aunque no es para todos, el cantante aseguró sentirse cómodo con explorar diferentes formas de expresión íntima que van en contra de las ideas populares que se tienen sobre las relaciones y la sexualidad.
Kim Kardashian
La empresaria y fundadora de Skims reveló en 2023 tener una curiosa atracción por los dientes de los hombres con los que sale. No es que le guste que la muerdan o cosas por el estilo, más bien encuentra muy excitante que sus parejas tengan los dientes muy bien alineados.
Robert Downey Jr.
El actor que nos ha dado interpretaciones magistrales no es tímido al hablar de su vida sexual. Aunque su confesión no va de un fetiche, en 2008 se sinceró y admitió ser un adicto a la masturbación. Aunque ya pasó un tiempo desde esa declaración y puede que sus preferencias hayan cambiado, recordemos que la masturbación es algo completamente sano.
Jada Pinkett Smith
La actriz de Matrix, durante uno de los capítulos de su serie Red Table Talk, también llegó a confesar que en algún punto de su vida fue ligeramente adicta a la pornografía. Pero aclaró que fue mucho antes de estar casada con Will Smith y más adelante corrigió su declaración y aseguró que no fue una adicción, más bien fue una relación poco sana con el contenido para adultos.
