Si estás pensando en comprar un vibrador por primera vez o simplemente quieres renovar el que ya tienes, es normal sentirte un poco abrumada con las opciones que hay. Pero tranquila, elegir uno perfecto para ti no tiene por qué ser complicado. Se trata de encontrar algo que se adapte a tu cuerpo, tus preferencias y tu nivel de comodidad.
Es bueno recordar, que más allá del placer, estos juguetes pueden ayudarte a conocerte mejor. Explorar tu propio cuerpo en un ambiente seguro, sin presiones externas, te permite entender qué te gusta y cómo te gusta. Además, su uso regular puede mejorar la lubricación natural y la respuesta orgásmica.
Ahora, hablemos de los tipos que hay. Si es tu primera vez, un vibrador externo puede ser la mejor opción. Estos suelen enfocarse en la estimulación del clítoris y son fáciles de usar. Los vibradores internos, por otro lado, están diseñados para la penetración y pueden estimular el punto G.
También están los famosos suction vibrators, que no vibran directamente, sino que crean una sensación de succión suave, imitando el sexo oral. Si prefieres algo discreto y portátil, los mini vibradores son perfectos para principiantes.
En el tema de materiales, siempre es mejor recurrir a vibradores de silicona médica, ya que es hipoalergénica, suave al tacto y fácil de limpiar. El plástico ABS también es seguro y duradero. Lo que debes evitar a toda costa son los materiales porosos, ya que pueden acumular bacterias y ser más difíciles de desinfectar.
La potencia también es algo importante que debes tomar en cuenta. Si eres nueva en esto, busca uno con varios niveles de intensidad para ir explorando a tu propio ritmo. Algunas marcas ofrecen vibradores con patrones de vibración variados, lo que puede añadir un toque extra de diversión.
En cuanto al cuidado, la higiene es fundamental. Lava tu vibrador antes y después de cada uso con agua tibia y jabón neutro o un limpiador específico para juguetes íntimos. Asegúrate de secarlo bien y guardarlo en un lugar limpio y seco.
