Si tienes endometriosis, probablemente ya sabes lo complicado que puede ser lidiar con esta condición, pero su impacto va más allá del dolor pélvico o los problemas de fertilidad. Para muchas mujeres, la endometriosis también puede influir en su vida sexual.
El problema surge porque este tejido, que debería estar en el útero, crece fuera de el y su estado se ve influido al ciclo menstrual. Esto puede provocar inflamación, sensibilidad y dolor crónico que afectan la zona pélvica y, en consecuencia, la experiencia sexual.
Uno de los mayores desafíos es el dolor durante las relaciones, especialmente en ciertas posiciones. Muchas mujeres también sienten que su deseo sexual disminuye porque el dolor y la ansiedad les roban la energía o las ganas. Además, el estrés y la frustración pueden hacer que la comunicación en pareja sea más complicada, afectando la confianza y la intimidad.
Pero, aunque el panorama parezca difícil, hay formas de mejorarlo. Hablar con tu pareja de cómo te sientes puede hacer una gran diferencia por muy obvio que parezca. Experimentar con posiciones que no presionen tanto la pelvis o usar lubricantes también puede hacer que la experiencia sea más cómoda.
Si buscas opciones médicas, hay tratamientos hormonales que pueden reducir los síntomas y, en casos más graves, la cirugía para eliminar el tejido endometrial puede ser una solución. Un ginecólogo especializado es quien mejor puede brindarte información adecuada a tu situación en particular.
Aunque la endometriosis puede complicar la vida sexual, no tiene por qué impedirte disfrutar de ella. Con apoyo, ajustes y las herramientas adecuadas, es posible mantener una relación sexual óptima. Lo más importante es priorizar tu bienestar y buscar ayuda si sientes que la situación te sobrepasa.