La historia de una mujer que enseña que la aceptación es la base para una vida sexual post cáncer de mama.
La experiencia de Lucy, una mujer que sufrió cáncer de mama siendo una joven madre y esposa, relata cómo pudo amarse a sí misma, para que su esposo lo pudiera hacer, y así disfrutar de una vida plena en todo sentido, pero especialmente, en el sexual. Entérate: ¿Por qué octubre es llamado el mes rosa? Antes de todo esto, tenía una gran vida con mi esposo. Nuestra vida sexual era increíble. Tan increíble que 12 semanas después de la llegada de nuestro primer hijo quedé embarazada de nuevo. Todo cambió cuando sentí el bulto. Mi hijo menor tenía sólo seis meses de edad, así que cada vez que trata de alimentarlo, mis senos sólo sangraban. Todos los días acudía a la clínica y las enfermeras se limitaban a decirme “Inténtalo mejor”, pero cuando les dije sobre el bulto, todos entendimos que yo no era el problema, así que me sentí aliviada por muy poco tiempo. El miedo llegó, a los 31 años de edad, con dos hijos y un esposo, me diagnosticaron una severa y devastadora forma de cáncer de mama. El arduo proceso de curación y recuperación tomó alrededor de tres años, incluyendo quimioterapia, radioterapia, una menopausia inducida con químicos, y claro, una doble mastectomía. Relacionado: Cáncer de mama, ¿qué hacer ante un diagnóstico positivo? En un lapso de cinco años pasé de ser una mujer joven, que salía de fiesta y cuidaba activamente de su familia, a tener, prácticamente, 70 años. Todo estaba seco, cortado, sin pelo, cejas, o pestañas. Cuando me veía al espejo no podía reconocerme. Sentí que no podía hablar con nadie al respecto. Me enviaron a un grupo de cáncer y todos los que asistieron tenían más de 60 años. Pensé: “Has tenido una buena entrada, yo no”. Sin embargo, después de decidir hacerme un implante doble reconstructivo y acudir con dos terapeutas especializados en víctimas jóvenes de cáncer, logré verme al espejo y reír de nuevo, al darme cuenta de que parecía una Barbie, con mi peluca y mis grandes senos. Me pude reír por primera vez en años. También lee: El cáncer de mama a los 20 años y la reconstrucción de seno para la autoestima
Cómo recuperar tu vida sexual después de padecer cáncer de mama
Mi vida sexual con mi marido pasó de héroe a cero. No teníamos vida sexual alguna. Debido a la menopausia inducida médicamente, estaba enojada y de mal humor. No me ponía de humor para el sexo. Mi esposo tampoco lo entendió, estaba completamente ajeno. Recuerdo que me llevó a Brighton para celebrar el final de mi quimioterapia. Estaba completamente calva y sudaba y todo lo que quería hacer era tener sexo. Pensé: "¿Qué diablos está pasando por tu cabeza? ¿Eres un pervertido al que le gustan las mujeres calvas y pálidas?”