Muchas veces llegamos a abstenernos de tener sexo, ya sea por elección, circunstancias o razones personales, pero si algo queremos dejar en claro es que esto no es algo malo en si. Sin embargo, puede surgir la duda de cómo esta decisión impacta el cuerpo y las emociones a largo plazo. Es por eso que aquí te contamos el verdadero efecto de largos periodos de abstinencia.
La salud vaginal puede verse ligeramente afectada si no hay actividad sexual o estimulación por un tiempo. Algunas mujeres han dicho notar menor lubricación o cierta rigidez vaginal, ya que el sexo estimula la circulación sanguínea y mantiene la elasticidad. Pero no te preocupes, ejercicios como los de Kegel o la masturbación pueden mantener esta zona saludable y activa.
Ahora bien, en cuanto al deseo sexual, hay personas que llegan a sentir una disminución en su libido debido a la menor producción de hormonas como la testosterona, que está vinculada al deseo. Por otro lado, otras pueden notar un aumento en sus fantasías sexuales ya que no hay actividad en esa parte de su vida.
En la parte emocional, sabemos que el sexo tiende a liberar hormonas como la oxitocina y las endorfinas, conocidas por generar felicidad y reducir el estrés. Al no tener encuentros íntimos, podrías notar una ligera disminución de estas “dosis de alegría”. Pero se puede compensar con actividades como el ejercicio, la meditación o incluso salir con tus amigas puede ayudar a mantener un buen equilibrio emocional.
Cabe mencionar que la abstinencia también puede ser una oportunidad para redescubrirte y enfocarte en ti misma. Te da espacio para conectar con tus emociones, entender tus deseos y trabajar en otras áreas de tu vida. Además, dejas de preocuparte por infecciones de transmisión sexual o embarazos no deseados.