Esta milenaria técnica tiene origen en Medio Oriente, pero es universalmente conocida por su efectividad para llegar al orgasmo en pareja: el beso de Singapur
Actualmente sólo basta con abrir la mente y mantenerse perceptivas ante las diversas técnicas y tácticas para alcanzar la plenitud sexual en pareja y aunque el beso de Singapur es un método milenario para garantizar los orgasmos, probablemente no lo conocías.
Hoy en Cosmopolitan queremos presentarte el beso de Singapur, la técnica ancestral milenaria para reavivar la llama del amor con tu pareja, que además trae grandes beneficios a tu salud por su efectividad para garantizar el placer y los orgasmos.
Olvídate de las aburridas sesiones sexuales donde la monotonía consume tu relación y atrévete a intentarlo…
Importancia de los orgasmos en pareja
Pocas cosas unen tanto a una pareja como la vida sexual placentera y el inigualable click que tienen en la cama, por eso es sumamente importante que ambas partes se preocupen por mantener viva la llama del amor y el beso de Singapur es ideal para conseguir el orgasmo simultáneo durante la relación sexual.
Uno de los tantos beneficios personales que obtenemos durante el orgasmo es la liberación de la tensión muscular, lo cual contribuye a mejorar los niveles de estrés y ansiedad durante el resto del día, además, otros beneficios para las mujeres que nos ofrece una vida sexual placentera son:
- Favorece y mejora la calidad del sueño.
- Mejora tu flujo sanguíneo ya que es una actividad aeróbica.
- Te hace sentir más joven.
- El orgasmo es uno de los mejores ejercicios para el suelo pélvico.
- Mejora el estado de ánimo.
- Los orgasmos activan la memoria.
- Disminuye el umbral del dolor.
- Combate el estrés y refuerza el sistema inmunitario.
- Mejora la piel.
Cómo implementar el beso de Singapur con mi pareja para tener orgasmos garantizados
Hablemos de lo importante: ¿cómo se hace el beso de Singapur? Es muy sencillo y puedes implementarlo ya mismo con tu pareja para garantizar más y mejores orgasmos.
Lo primero que debes saber sobre el beso de Singapur es que durante el dulce acto del amor la mujer lleva el control y el ritmo de la situación ya que el hombre debe permanecer tumbado sobre la cama mientras ella permanece sobre él durante la penetración.
No importa qué posición prefieras durante la penetración ya que puedes lograr el beso de Singapur en cuclillas, sentada o con los pies estirados paralelamente a los de tu pareja, lo importante es que tú te mantengas encima de él ya que desde ese ángulo podrás estimular el clítoris con el roce pélvico de él.
El truco del beso de Singapur es que durante la penetración ella debe debe contraer y relajar los músculos y paredes vaginales para simular una succión, para ello es necesario ejercitar la zona con los benditos ejercicios de Kegel.
La sensación que tiene el hombre durante el beso de Singapur es similar a la que experimenta durante el sexo oral, sin embargo, durante el beso de Singapur ambos disfrutan.
Mientras él penetre tú debes mantener la cadera quieta unos segundos y una vez que consiga estar dentro de ti comenzarás a mover únicamente el músculo pubocoxígeo, inmediatamente él sentirá pequeños apretones en el pene muy similares a lo que sienten durante la succión del sexo oral.
Aunque el ritmo y la intensidad del beso de Singapur depende completamente de ambos, entre más frecuentemente aprietes el músculo pubocoxígeo es más probable que lleguen más rápido al orgasmo, así que intenta llevar un ritmo promedio para que la sesión no sea expréss.
¿Cómo identificar el músculo pubocoxígeo?
Es muy sencillo, la próxima vez que vayas a orinar concéntrate e identifica los músculos que debes apretar para detener la orina por un momento, son esos mismos músculos los que debes ejercitar para lograr un beso de Singapur exitoso. No te desesperes si sientes que no te sale a la primera, en realidad es un ejercicio que requiere mucha práctica.
Si deseas mejorar tu técnica en menor tiempo te sugerimos utilizar bolas chinas cuando estés a solas para reforzar tus paredes vaginales y el suelo pélvico, además, esta práctica combate eficazmente la incontinencia urinaria.