Cuando estamos en una relación, es fácil asumir que el amor y la atracción sexual siempre van a ir de la mano. Pero con el tiempo, algunas personas descubren que aunque siguen amando profundamente a su pareja, el deseo ha cambiado o incluso desaparecido. Si esto te ha pasado, no significa que haya algo mal contigo ni que tu relación esté condenada.
Empecemos por entender que el amor y la atracción sexual son dos cosas diferentes. Mientras el amor está basado en la conexión emocional, la confianza y la estabilidad, la atracción sexual se basa más en la parte carnal e incluso biológica de nosotros.
Si sientes que amas a tu pareja pero ya no experimentas deseo, pueden haber muchas razones detrás. Una de las más comunes es la rutina. La atracción se mantiene viva con la novedad, el juego y la incertidumbre, pero cuando la relación se vuelve predecible, la chispa puede apagarse.
También el estrés, la ansiedad o problemas externos pueden afectar la libido sin que nos demos cuenta. Factores hormonales, como el uso de anticonceptivos o cambios en el ciclo menstrual, pueden jugar un papel importante en la disminución del deseo. Además, si la relación ha evolucionado a un vínculo más de amistad o compañerismo, puede ser que la conexión íntima se haya debilitado.
Por otro lado, también es importante reflexionar sobre cómo te sientes a nivel personal. Algunas personas descubren que su orientación o identidad sexual está cambiando, o que lo que antes las atraía ya no les genera el mismo interés. Es válido preguntarse si la falta de deseo viene de un proceso interno o si es una fase que puede trabajarse en pareja.
Si sientes que esto te genera angustia o confusión, ir a terapia con un especialista en relaciones o sexualidad puede ayudarte a entender mejor lo que está pasando. A veces, la chispa del deseo se reaviva cuando se trabajan los problemas de pareja o se exploran nuevas formas de intimidad. Pero si después de reflexionar descubres que la falta de atracción es algo que afecta tu felicidad, también es válido cuestionarte qué es lo que realmente necesitas en una relación.
