Los condones son una herramienta clave para protegerte durante el sexo, pero a veces pueden fallar, incluso si crees que los estás usando adecuadamente. Si alguna vez te ha pasado o quieres evitar que pase, aquí te dejamos las razones más comunes detrás de su ruptura.
La fecha de caducidad importa
Los condones también vencen. Cuando pasa su fecha de caducidad, el material pierde elasticidad y resistencia, haciéndolo más propenso a romperse. Revisa siempre la fecha antes de usar uno.
Cuida donde los guardas
Dejar los condones en la guantera del carro, la cartera o cualquier lugar donde estén expuestos al calor o fricción constante puede debilitarlos. Guárdalos en un lugar fresco y seco, como un cajón o una caja.
Falta de lubricación
El exceso de fricción, especialmente en encuentros largos o intensos, puede hacer que el condón se rompa. Esto ocurre más con los de látex, que tienden a resecarse. Usa lubricantes a base de agua o silicona. Evita los de aceite, ya que dañan el látex.
El tamaño sí influye
Un condón demasiado ajustado puede tensarse hasta romperse, mientras que uno grande podría deslizarse y complicar las cosas. Busca el tamaño adecuado según las guías de las marcas.
Cómo lo abres cuenta
Usar tijeras, dientes o uñas para abrir el empaque puede rasgar el condón antes de usarlo, aunque no te des cuenta. Ábrelo con cuidado usando solo las manos.
Nunca lo reutilices
Aunque parezca lógico, es importante recordarlo: los condones son de un solo uso. Reutilizar uno lo hace más frágil y nada seguro. Estrena uno nuevo cada vez.