Las pláticas financieras pueden ser incómodas en cualquier situación. Pero cuando estás saliendo con alguien que realmente quieres, hablar de dinero puede ser todavía peor. Esto es especialmente verdad si te encuentras en una situación en la que quieres pedirle dinero prestado o viceversa. Whoopi. ¿Está bien pedirle dinero a tu pareja? Hoy lo discutiremos y te sacaremos de la duda.
Claro, escenario y relación es diferente. Así que relájate, no hay una sola manera de tener esta conversación. Solo siéntete mejor de que no eres el único que no sabe cómo abordar el tema. De hecho, considera las opiniones de todas estas personas en sus veintes, que han sido brutalmente honestos sobre los prestamos de dinero en pareja:
1. “Creo que pedirle dinero a tu pareja puede ser algo muy delicado.
En el pasado, tuve una pareja que necesitaba dinero y me hacía sentir culpable porque mis papás todavía me ayudaban un poco. Me sentía muy incómoda hablando de nuestras situaciones así que simplemente pagaba todo. Si me atrevía a pedirle que pagara algo o se consiguiera un trabajo de tiempo completo me decía que no fuera exagerada porque el dinero que gastaba ni era mío. Es incómodo. Ahora siempre hablo con mis parejas nuestras situaciones financieras desde el principio”.
- Lauren, 24 años
2. “Creo que pedirle dinero prestado a tu pareja puede ser una gran oportunidad.
El que presta se siente útil y el que lo recibe puede probar que se puede confiar en él. Cuando no tenía dinero en la universidad, tuve que pedirle a mi novio 50 dólares por seis meses para que pudiera comer y le pagaba durante el mes. Le hacia sentir bien saber que me estaba ayudando, me salvó y nos hizo ser mucho más unidos”.
- Sophie, 24 años
3. “En la mayoría de los casos, si hay otro amigo o familiar que puede ayudar mejor pídele ayuda a esa persona.
Hace unos años mi novia me prestó un poco de dinero. No estoy seguro si cambió la dinámica de nuestra relación para ella. Lo que sí sé es que yo siempre estaba estresado porque le debía dinero. No sabía cómo íbamos a arreglar ese problema si cortábamos. Creo que el hecho de que el dinero era suyo me hizo ahorrar mucho más rápido para pagarle”.
- Michael, 29 años
4. “Darle dinero a tu pareja puede funcionar. Siempre y cuando lo veas como un regalo, no un préstamo.
Mi pareja de siete años está en su maestría y yo llevo tres años trabajando en una compañía de tecnología. El verano pasado, mi novio entró a una universidad en otro país pero tenía poco dinero así que me ofrecí a pagar nuestros boletos de avión. Tenía el dinero, así que para mi valía la pena invertir en la educación de mi pareja. En ese contexto no cambió la dinámica de nuestra relación. Siempre he sido mucho más flexible cuando se trata de gastar dinero y de hacer cosas. Pero después de una mala experiencia con una amiga en la universidad ya no presto dinero… solo lo regalo”.
- Marie, 25
5. “He prestado dinero a mis ex parejas y no lo volvería a hacer.
Tuve una novia con la que viví y tuvo problemas económicos después de un accidente. Así que le ofrecí pagar todos sus gastos de vivienda (renta, comida, utilidades). En ese momento, pensé que ese favor le haría bajar a sus gastos y que pronto podría saldar sus deudas pero nunca lo hizo. Esa deuda nos tuvo juntos mucho más de lo que debimos”.
- Hannah, 23 años
6. “Ese año le presté a mi novio como 3 mil dólares para que pagara unos impuestos que debía.
Yo me ofrecí. Él no quiso aceptar el dinero al principio pero decidió que era mejor que pagarle interés al banco. Yo estaba ganando más dinero que él así que sabía que no me pegaría tanto prestárselo. Habíamos estado juntos cuatro años así que sabía que no se iba a desaparecer sin pagarme. AL principio no pensé que había cambiado nuestra relación, pero últimamente lo menciona mucho porque no me ha pagado todo. Siempre le digo que no me importa y que no estoy enojada pero a él le afecta mucho estar en esa posición”.
- Edna, 24 años
7. “Cuando iba en la universidad tenía que pagarle a mi novio las cenas, comidas y salidas porque él no ganaba dinero.
Solo le mandaba una cuenta y esperaba que me pagara por lo menos una parte cuando le dieran dinero o lo que sea. Cuando cortamos me debía como 100 dólares. Me los pagó sin que yo le dijera nada. Siempre he pensado que valió la pena. Pero nunca le presté más dinero. Creo que es importante saber que si le vas a prestar dinero a tus amigos o pareja, debes estar mentalmente bien con nunca ver ese dinero de regreso o con que te lo paguen después de mucho tiempo. Hay una gran posibilidad de que no te vayan a pagar”.
- Amy, 23 años
8. “Creo que mientras lo estés haciendo por cosas que realmente necesitas y tienes un plan para pagar, todo bien.
Mientras buscaba trabajo, realmente no tenía dinero ni para comprar comida y mi novio me prestaba. Me sentía muy culpable y anotaba cualquier transacción. Además le decía muchas veces que le pagaría todo cuando consiguiera empleo. Él entendía, porque también le costó trabajo encontrar trabajo saliendo de la universidad. Una vez que comencé a trabajar le pagué todo”.
- Angelina, 22 años
9. “Mi consejo personal: No lo hagas a menos que estés desesperada.
Como alguien que siempre ha tenido una mejor situación económica que mi pareja, a veces he encontrado que soy demasiado dadivosa. Una vez tuve un novio con él que estuve más de cuatro años y pagué casi todo además de prestarle dinero. A veces me pagaba de regreso, a veces se le “olvidaba”. Nunca le reclamé. Cambió la dinámica de la relación por completo y siempre esperaba que yo pagara todos nuestros gastos”.
- Marie, 24
10. “Una vez no tenía suficiente dinero para pagar mi equipaje extra en un vuelo y mi tarjeta no pasaba.
Había estado saliendo con un tipo muy casualmente y me sentía rara con él, tímida. Me sentí pésimo pidiéndole dinero pero me ayudó y luego nunca me lo pidió de regreso. Me sentí incómoda al principio. Soy feminista, ¿no debería pagar todo lo mío yo? ¿Debo aceptar dinero de los hombres? ¿En dónde pongo una línea? Es muy difícil que yo acepte dinero de hombres pero eso cambió todo mi punto de vista. Cuando estás en una relación, son casi socios. Eso significa que deben cuidarse. Si él me hubiera necesitado yo también le hubiera ayudado”.
- Edwina, 25
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