Un estudio reveló cómo podría verse afectado el intestino con la práctica recurrente del sexo anal
El sexo anal puede ser muy placentero cuando se hace de forma adecuada y se toman precauciones, como utilizar lubricante para evitar desgarres e irritación, trabajar en tu respiración, controlar tu alimentación previo al acto, comenzar estimulando el borde del ano e incluir juguetes sexuales. El ano cuenta con una gran cantidad de terminaciones nerviosas y debido a que está muy conectado con la próstata y el clítoris, puede ser una zona muy placentera si se estimula de forma correcta.
Pero ¿puede resultar contraproducente esta práctica? Te decimos cómo podría afectar el sexo anal a tu intestino a largo plazo.
¿Es peligroso para tu intestino tener sexo anal?
No te asustes, el sexo anal es muy saludable y seguro si se práctica correctamente. Sin embargo, si careces de información y salubridad, podría tener algunos riesgos en tu intestino. De acuerdo a Planned Parenthood, existen algunas afecciones que podrían hacerse presentes:
- Incontinencia y prolapso
La incontinencia fecal y el prolapso se presentan cuando existe debilidad en los músculos del suelo pélvico. Para fortalecerlos, existen algunos ejercicios especiales, como los de Kegel, los cuales se recomiendan hacer tres veces al día. Para que te des una idea, el suelo pélvico es una red de músculos, ligamentos y tejidos que ofrecen soporte a los órganos pélvicos, como el útero, la vagina, la vejiga, la uretra y el recto.
“Si bien el estudio no nos aporta información sobre la frecuencia de la práctica sexual anal y su impacto en la incontinencia fecal, observamos una relación entre ambos, más en los hombres que en las mujeres”, dijo la doctora Alayne Markland, de University of Alabama, Birmingham, sobre un estudio que realizó al respecto.
De acuerdo a la investigación, el 10% de las mujeres que practican sexo anal de forma recurrente sufren de incontinencia fecal, a comparación del 7,4% de las mujeres que no lo habían hecho. Sin embargo, los resultados del estudio no prueban que el sexo anal cause incontinencia en la mayoría de los casos, aunque pueden hacer que sea más propenso a presentarse.