Cuando se habla de una experiencia sexual positiva, sea una experiencia completa, o incluso autoerotismo, es normal creer que al terminar debemos sentir bienestar, felicidad, serenidad. Sobretodo en el momento post-orgasmo, que en la visión común, es siempre visto como una fase de total relajación y placer. Un tipo de efecto automático reservado para todos que apaga y que satisface no solo del punto de vista físico, sino también mental. Lamentablemente no siempre es así. Porque puede que después de haber hecho el amor tengas un momento de estrés emotivo, llamado comúnmente “blues post-sexo”. ¿Es normal sentirse triste después de tener relaciones? Sigue leyendo…
¿Qué es el sex blues?
Este fenómeno, en términos médicos viene definido como disforia post-coital e indica que tienes algunas sensaciones inexplicables de tristeza, irritabilidad, ansiedad y melancolía, normalmente acompañadas de unas inevitables ganas de llorar. Puedes también experimentar una necesidad de sentirte protegida o de sentir contacto con la persona amada. Y no solo le sucede a las mujeres, a veces los hombres también sufren de este mal. Para entender mejor de qué se trata hablamos con Maria Claudia Biscione, sexóloga y psicoterapeuta.
¿Por qué sentirse así después de tanto placer?
“Por muchísimos factores interiores. Aunque un orgasmo es un momento fuerte e intenso psicofísicamente hablando, los cambios fisiológicos que se dan pueden influenciar las emociones, produciendo bienestar y a veces, si fue muy intenso, ansiedad o miedo de no poder manejar la energía que lo caracteriza”.
¿Cuáles son los mecanismos psicológicos y emocionales que lo desatan?
“Depende del tipo de relación que estés experimentando y el significado que le quieras dar al acto sexual en el momento. También tiene mucho que ver si estás pensando en “hacer el amor”, tu predisposición emocional, tensiones, estrés o expectativas. En general, tu cuerpo es el que está en esa situación, con las sensaciones generadas por el acto sexual, y hace que te sientas triste de repente. La energía liberada por un orgasmo puede ser transformada de algo gratificante y positivo a una bomba de sensaciones que pueden desestabilizar o invadir con su carga energética. En ese momento los inputs son múltiples y pueden resultar en demasiados sentimientos abrumantes que nos harán llorar. Además, un orgasmo es una liberación de estrés muscular y emocional que puede estar o no relacionado con ese momento o con momentos pasados y que simplemente explotan”.
¿Cuánto depende de tu pareja?
“La persona con la que estás teniendo sexo también puede afectarte. Tiene mucho que ver con la calidad de la interacción que tienes con esa persona en el acto sexual. La proximidad o la distancia entre ambos y tu necesidad emocional puede hacer la diferencia. Aunque toma en cuenta que los sex blues pueden darte sea cual sea tu conexión con esa persona y al final nos desbalanceamos por la explosión de la energía en el orgasmo. Así que no le eches la culpa a nadie, solo enfócate en qué está pasando dentro de ti”.
¿Cómo vivir con esta tristeza sin que se vuelva un problema?
“Dale a tu relación sexual la naturalidad que necesita. Recuerda que la sexualidad es una mezcla psico-corporal así que solo fluye. Es natural, no le tengas miedo, no te juzgues, solo acepta las emociones que vienen con tu orgasmo. Obviamente en una relación estable será más fácil que te abracen con seguridad después de cualquier encuentro sin tener el miedo de ser visto como bicho raro. También se ha visto que mientras más tiempo pases con esa persona antes de la relación sexual de manera relajada, tendrás menos disforia”.
Con información de Cosmopolitan Italia
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