Sentir dolor durante el sexo no es algo de lo que se hable abiertamente, pero es una realidad que muchas mujeres experimentan en algún momento de sus vidas. Aunque puede llegar a pasar por falta de lubricación o tensión corporal, cuando el dolor es constante o intenso, no debería ignorarse.
Las causas pueden variar, pero entre las más comunes destacan razones físicas o emocionales. La sequedad vaginal es una de las razones más comunes y suele relacionarse con el estrés, cambios hormonales o simplemente falta de excitación.
También hay condiciones médicas como infecciones, irritaciones o incluso el vaginismo, que es una contracción involuntaria de los músculos vaginales que llegan a complicar la penetración. En otros casos, el dolor puede tener un origen emocional, como ansiedad, experiencias del pasado o presión psicológica en relacionada con el sexo.
Sea cuál sea la razón detrás de este dolor, es importante que no lo normalicemos. Hablar abiertamente con tu pareja, probar lubricantes y explorar otras formas de placer pueden ayudar a mejorar la experiencia. En caso de que las molestias sean persistentes, recurrir a un profesional de la salud es clave para identificar la causa y encontrar una solución.
