Para no permitir que nuestra identidad desaparezca cuando estamos en una relación de pareja, debemos seguir conectadas con todo lo que nos define. Te damos siete consejos para que esto no te suceda...
DI LO QUE PIENSAS
¿Te molesta su póster de Bob Marley en el baño o que reciba una llamada justo cuando le toca lavar los trastes? Se lo tienes que decir. Y lo mismo aplica para asuntos más importantes de la relación, por ejemplo, si no puedes ir a desayunar a casa de su mamá todos los domingos, o si se la pasa el día pegado a su celular... Si estos detalles comienzan a afectarte, debes comunicárselo. No temas a la confrontación si lo que decimos es de una manera honesta y de corazón: si tienes una relación lo suficientemente estable, una pequeña plática respecto a lo que no te gusta de él o ella, no los separará. El consejo de nuestra psicóloga: “Decir cualquier cosa que no te gusta es darle cierta reafirmación a la relación ”. Si te lo guardas corres el riesgo de que la otra persona te quiera por lo que demuestras y no por quien eres en realidad... Además, el conflicto puede ser positivo: nos permite regular las cosas, comprender al otro y conocerlo mejor para llegar a un acuerdo.
NO PERDER DE VISTA TUS PASIONES
Cualquiera que sean tus intereses, no debes sacrificarlos porque estás en una relación. A menos de que quieras viajar al fin del mundo o a Alaska para estudiar a los salmones salvajes, todo es posible. ¿Y qué mejor que alcanzar tus sueños al lado de una persona que te ama y te apoya? El consejo de nuestra psicóloga: “Si algo nos hace vibrar y reconectarnos con nosotras mismas, debemos continuar haciéndolo. Y las ventajas son muchas porque estarás feliz, emocionada y de mejor humor: es un círculo virtuoso que alimenta la individualidad de la pareja. Además, nuestros objetivos evolucionan con el tiempo. Nuestra pareja puede convertirse en el motor y cómplice que alimenta nuestros sueños. Puede ser que él sea más organizado que tú, o más conocedor de ciertas cosas que son complicadas para ti... Incluso un objetivo personal puede convertirse en uno de pareja”.
VER SOLA A TUS AMIGOS
Tenemos nuestro propio ritual: todas las semanas o cada quince días, cada quien se reúne con sus amigos, ya sea para ir a desayunar, a cenar, por unos tragos o un café. Es un break de la vida en relación de pareja y toma en cuenta que debes cultivar tus amistades porque ellos estarán a tu lado ya sea que estés en una relación o por un periodo de soltería. El consejo de nuestra psicóloga: “No nos comportamos de la misma manera con nuestros amigos que con nuestra pareja. Es probable que en confianza seamos más expresivas o más analíticas... Los momentos con tus amigos son muy importantes. Los lazos creados antes de conocerla no deben verse afectados por su presencia en tu vida romántica”.
DI “NO”
Estando en una relación, uno tiene que hacer compromisos. Pero debemos tener muy claras nuestras prioridades: sabemos que lo acompañaremos a la cena con sus amigos de la oficina, pero es un hecho que se la pasarán hablando de su entorno cuando en realidad preferirías pasar ese día acostada y viendo tu serie favorita. Una relación balanceada y sana, es aquella donde uno se siente libre de hacer lo que quiera... sin olvidar las prioridades de cada uno. Claro, si el cumpleaños de tu mascota cae en el mismo día que la boda de su hermana, se puede llegar con facilidad a un acuerdo. Pero si tienes algo planeado con anticipación que es muy importante para ti, y te propone ir a un evento al cual no puede faltar, tienes que decir “no”. El consejo de nuestra psicóloga: “Al negarnos, ponemos nuestros límites, tanto los suyos como los tuyos. En pareja, las concesiones son inevitables, pero es necesario que no sea siempre la misma persona quien deba hacerlas. Hay una regla muy importante en esto: las concesiones no deben alimentar los conflictos del futuro. Nuestras acciones deben confrontarse y aclararse en el momento, no retenerlas en la garganta esperando cualquier situación para hacer un reclamo, aunque haya pasado mucho tiempo”.
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Repostería, alfarería, alemán, yoga: necesitamos descubrir un pasatiempo que nos permita liberar nuestra imaginación y neuronas, además nos permitirá conocer otras personas, y todo eso nutrirá la relación. Tener una actividad a solas refuerza tu autoestima y abre las puertas a nuevos mundos. Hasta tus anécdotas pueden motivarlo a encontrar sus propias pasiones. El consejo de nuestra psicóloga: “Todo aquello que estimula la creatividad nos hace más felices: es un beneficio para nosotras mismas y para nuestra pareja, porque somos más ale- gres y más zen, y esto enriquece nuestras vidas y el mundo en donde vivimos. El límite es cuando una actividad a solas le quita tiempo a la relación. Si tu pareja juega 5 partidos de fútbol durante el fin de semana, no puede ser benéfico. Todo es cuestión de un balance”.
TÓCATE
Es como comparar una pizza hecha en casa por ti misma o pedir una a domicilio. Simplemente preferimos hacerlo a nuestra manera y a nuestros tiempos. Esto nos ayuda a conocernos mejor para poder intensificar las experiencias sexuales en pareja, lo que es esencial. El consejo de nuestra psicóloga: “La masturbación y las relaciones sexuales son complementarias: una alimenta a la otra. Lo importante es poderle sacar provecho a ambas. Si solo nos masturbamos sin tener relaciones, entonces eso es un problema. Pero si lo haces con ganas y por placer, la vida sexual de ambos estará en armonía y en constante crecimiento”.
TEN UN JARDÍN SECRETO
Si no contamos todo, eso no quiere decir que la relación sea tóxica. No estamos obligados a rendir cuentas todo el tiempo y a toda hora como una bitácora... El consejo de nuestra psicóloga: “Encontrar el equilibrio entre lo que se dice y lo que no, es un poco como la fidelidad: cada quien tiene su propia definición, dependiendo de sus antecedentes. Es vital compartir tu postura, para que el otro pueda comprender mejor; que cada quien exprese sus sentimientos para que puedan ajustarse. Y no es necesario programarlo como: “Oye, mi amor, creo que debemos definir la fidelidad de nuestra relación, ¿se te acomoda este sábado por la noche?”. Es mejor aprovecharse de un momento de complicidad para hablarlo, tal vez a la hora de la cena cuando estén frente a frente, o un día que estén recostados leyendo... También hay que conservar cierta coherencia: si tienes la costumbre de contarle todo y de un día a otro dejas de hacerlo, se sentirá desconcertado. ¿Palabra clave? Equilibrio. Por: Mathilde Effose
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