El sexo anal ha ganado popularidad, pero también genera dudas sobre su seguridad. La respuesta rápida es que sí puede ser seguro, siempre y cuando tomes ciertas precauciones. Aquí te explicamos cómo hacerlo de forma responsable.
Como cualquier práctica sexual, el sexo anal implica riesgos si no se realiza adecuadamente, entre ellos un mayor riesgo de infección. Ya que la piel del ano es delicada y propensa a microdesgarros, lo que facilita la transmisión de infecciones de transmisión sexual como el VIH. Además, la falta de higiene puede aumentar el riesgo de infecciones bacterianas.
Planned Parenthood señala que el sexo anal puede ser placentero y seguro si se toman las medidas necesarias. La Mayo Clinic también enfatiza la importancia del consentimiento mutuo y la preparación para reducir riesgos.
A grandes rasgos, el sexo anal es seguro siempre y cuando se practique con cuidado, respeto y siguiendo las recomendaciones de higiene y protección. Como en cualquier actividad sexual, lo más importante es la comunicación con tu pareja, el consentimiento y hacer solo aquello con lo que te sientas cómoda. Si tienes dudas, no dudes en consultar a un profesional de la salud.