Cuando hablamos de placer sexual, a menudo se menciona el famoso “punto G” de las mujeres, pero ¿sabías que los hombres también tienen su propio punto de máximo placer? Conocerlo y saber como estimularlo puede hacer una gran diferencia en la intimidad.
¿Dónde está el punto G masculino?
El punto G masculino es, en realidad, la próstata. Se encuentra a unos 5 cm dentro del recto, justo detrás de la base del pene. Esta pequeña glándula es muy sensible y, cuando se estimula correctamente, puede intensificar el placer e incluso provocar orgasmos más intensos.
Aunque el tema sigue siendo tabú para algunos, explorar el punto G masculino no solo puede hacer que tu pareja tenga experiencias más placenteras, sino que también tiene beneficios para la salud. Estimular la próstata ayuda a prevenir problemas como la inflamación prostática y puede mejorar la circulación en la zona.
En caso de que tu pareja está abierta a explorar, aquí hay algunas formas seguras y cómodas de hacerlo:
- Masaje externo: La zona entre los testículos y el ano (perineo) es un área de estimulación prostática. Un masaje suave con los dedos o la lengua puede generar mucho placer sin necesidad de penetración.
- Estimulación interna: Usando un dedo con lubricante a base de agua, puedes masajear suavemente la próstata desde el interior. La clave es ir despacio y comunicarte con tu pareja sobre lo que le gusta.
- Juguetes sexuales: Existen masajeadores prostáticos diseñados para estimular esta zona de manera cómoda y placentera.
Ahora bien, aunque puede ser placentero para muchos, no todos los hombres se sienten cómodos explorando su punto G, y está bien. Lo importante es la comunicación y el consentimiento mutuo. Si tu pareja está interesada, pueden probar juntos para descubrir qué le gusta más.
