Te vamos a revelar el efecto ‘cheerleader’ para lograr que los hombres te vean más guapa (y no, no se trata de que te vistas de porrista cual fantasía sexual).
Hace años leí (no recuerdo dónde) que los hombres percibían a una misma mujer más atractiva si manejaba un coche deportivo en lugar de una “mama-van”. En ese momento pensé “por favor, todo mundo se ve mejor en un auto así”. Pero si la antropología y la psicología han acertado al decir que cuando usas una prenda roja y stilettos (el putitacón, pues) te vuelves IRRESISTIBLE (despiertas en los hombres un deseo arrebatador), comienzas a cuestionar otras locuras que escuchas.
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Si no viste How I Met Your Mother, entonces ni idea tienes de que fue Barney Stinson (Neil Patrick Harris) el primero en TV que hizo alusión al ‘efecto cheerleader’. Bien pudo haberse tomado como un muy buen chiste, ¿pero quién se iba a imaginar que ya se habían realizado diversos experimentos con el fin de comprobar su validez y alcance? Un estudio de la Universidad de Bern en Suiza determinó que el ‘efecto porrista/animadora’ sucede “cuando los rostros se perciben como más atractivos cuando están flanqueados por otros rostros, que cuando se perciben de forma aislada”. O sea, que mientras más gente guapa te rodee más guapa te ves.
Nada nuevo cuando por años se ha perpetuado la idea de que los squads de porristas están conformados por pura gente bonita. Go, Toros!
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Ojo, las influencers que lucen espectacular en Instagram (esas que parecen clones que serían difícil de identificar o diferenciar si te las presentaran en la vida real porque llevan las mismas extensiones, el mismo pestañón loco, los mismos fillers, las mismas carillas en los dientes, etc.) no son el máximo referente de este efecto.
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Aunque si hay alguna que no es tan Barbie como las demás, la cruda realidad es que ella en particular no tiene ese nivel de magnetismo o sex appeal cuando se encuentra sola. Tu percepción sobre el cast de Selling Sunset en un póster cambia en el momento en el que las boss babes se presentan de manera individual. Unas siguen brillando, otras son planas o grises.
¿Vale la pena usar el efecto porrista en tu perfil de Tinder/Bumble?
Sin importar que tu squad no sea como el legendario de Taylor Swift, el experimento concluyó que si bien el ‘efecto porrista’ se manifiesta cuando la mayoría de las integrantes son bien parecidas (a todas se les percibe así), la convivencia con rostros menos atractivos le favorecerá a los pocos bien parecidos.
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Es como si alguien se tomara una selfie con gente cero atractiva; esa persona sobresaldría por su belleza superior, caso contrario que si se tomara una selfie sola, pues no habría comparación y no todo mundo podría considerarla realmente atractiva. En otras palabras, el efecto cheerleader se da estando con gente guapa o no tan agraciada. En mi opinión, el uso de fotos grupales en las dating apps es un arma de doble filo (no importa qué tan certero el Cheerleader Effect). Tanto hombres como mujeres aplican el cheerleader effect a su favor… aunque a veces les juega en contra. Si bien pueden resultar más atractivos que los demás, nunca falta que el o la más guapa de todos sea quien robe cámara.
En el caso de los hombres, parece que saben perfectamente que no son los más galanes y que son precisamente sus amigos los que van a ayudar a que deslices a la derecha/des like.
Toda esa estrategia se cae cuando no hay fotos individuales. Mi consejo es que uses el efecto porrista a tu favor solo si tú y todas tus BFF caen en la misma categoría. O sea, olvídalo si tu amiga es la doppengälger de Bella Hadid, Ashley Graham, Joan Smalls o Megan Fox, porque a quien van a querer conocer es a ella. Por Dafne Ruiz
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