Recibiste el anillo y todos celebran menos tú, ¿acaso estás sufriendo el síndrome de novia fugitiva?
Los cuentos, las peli?culas y la sociedad nos lo repite constantemente: la boda es la cumbre en la vida de toda mujer y, por lo tanto, la causa de su plenitud.
Pero la mayori?a de novias a punto de casarse sufre de ansiedad y pa?nico post-compromiso. Sheryl Paul, coach y escritora del libro Transiciones conscientes: los 7 cambios ma?s trauma?ticos en la vida, identifica lo que causa el pa?nico al altar.
1. ?Y vivieron felices para siempre?
El amor roma?ntico, como nos lo han contado (y nos lo hemos crei?do) dice que hay una persona, un alma gemela, que te hara? sentir mariposas en el esto?mago y totalmente satisfecha con tu realidad. No habra? duda, todo sera? certero y fa?cil. Lo u?nico que provoca esta idea es que dudemos de nuestra pareja, ya que tenemos la falsa sensacio?n de que au?n podemos encontrar al pri?ncipe azul.
La realidad es que el amor verdadero da miedo, porque implica vulnerabilidad. El amor maduro requiere dejar atra?s el concepto de Mr. Right y echarle ganas a una relacio?n que requiere esfuerzo y trabajo de las dos partes. Tu boda no es el ?final feliz?, es el principio de un largo camino de dedicacio?n. Eso lo sabes inconscientemente y por eso sientes temor. Pero en el momento en que aceptes que el pri?ncipe azul es una caricatura y tu gala?n real, todo sera? ma?s claro.
2. Heridas personales
Empiezas a oi?r voces en tu cabeza y tus miedos (aprendidos o heredados) salen a relucir: que el divorcio es una ?ley? que tu familia siempre repite; que tienes un patro?n con hombres que parecen buenos y se vuelven malos; que te conformas; que tu novio no es tu tipo; que al final siempre te hieren; que terminas dando ma?s que el otro; que el amor al final se acaba… ¡Detente! El mejor anti?doto para esto es recordar por que? te enamoraste de e?l.
En lugar de concentrarte en todo lo malo que te puede pasar y que te ha sucedido, escucha a tu corazo?n y haz una lista de lo bueno que tu gala?n tiene y te ofrece. Si esto no te emociona lo suficiente, entonces si? esta? para que lo pienses varias veces.
3. Perder tu individualidad
Despue?s de la boda, eres otra: segu?n tu cultura y educacio?n puedes ?perder? tu apellido y cambiarlo por otro; te dejan de decir ?sen?orita? y ahora eres ?sen?ora?; tienes que tomar decisiones ma?s aburridas, como el pago de renta, luz, agua…; ya no sera? tan fa?cil salir con tus amigas por unos drinks y mucho menos ligar.
Si?, esta?s en duelo (de tu solteri?a, de tu estilo de vida anterior), y como cualquier otro tipo de pe?rdida, necesitas tiempo para readaptarte. Pero la diferencia es que esta ?pe?rdida? es tu decisio?n y no algo repentino.
Recuerda que no dejas de ser quien eres, sino que sumas una faceta ma?s a tu vida. Lo importante eres tu?, no la presio?n social.
– SI?NTOMAS CLA?SICOS –
Alison Moir Smith, coach y escritora en el Emotionally Engaged, enlista las sen?ales que te pueden ayudar a saber si padeces el Si?ndrome de Novia Fugitiva:
– Proyectas tus miedos en tu pareja
Si antes era maravilloso, ahora le ves todos los defectos e inventas mil pretextos para decir que ?siempre no?. Despue?s del enamoramiento es normal darte cuenta de que e?l no es perfecto y que tiene varios puntos negativos. Pero tu? tambie?n.
Y el caso es que los dos se acepten. No vas a encontrar a nadie que nunca te haga enojar. No existe. Es clave que sepas que son tus miedos lo que hay que resolver, no sus defectos. Si te pesan ma?s, entonces si? pon pausa y recapitula por que? te enamoraste de e?l y si eso es real.
– Nadie te entiende
Te sientes sola, culpable, poco agradecida y que esta?s mal. Piensas que eres la u?nica novia en el mundo con dudas y que eso es una sen?al de que no te debes casar. No hablas con nadie para evitar ser juzgada, finges alegri?a y tu sufrimiento es un tabu?. Pero el proceso por el que pasas es totalmente normal. Cuando preguntes a tu alrededor y lo hables con tus amigas de confianza (casadas o solte-
ras) vera?s que te entendera?n ma?s de lo que pensabas. El apoyo de tu comunidad es muy importante para superar tu miedo.
– Los preparativos te agobian
Crei?ste que disfrutari?as eligiendo el menu?, el pastel y tu vestido. Pero eso implica aventarte los comentarios de los suegros, las opiniones de las cun?adas y las expectativas de todo el mundo. Calma. Toda novia ha vivido las imprudencias de sus ?dos? familias, pero no te agobies de ma?s y velo so?lo como un paso. Habla con tu gala?n y pongan cada quien tres condiciones que nadie puede cambiar (como tu vestido). En lo dema?s, a?brete a las sugerencias. Es una oportunidad de poner li?mites de modo amable.