Si alguna vez te has preguntado si tuviste un orgasmo o no, no estás sola. Como cada uno es diferente, puede ser difícil saber si estás teniéndolo o no. ¿Cómo saber si estoy teniendo un orgasmo?
La sociedad nos dice que el sexo debe provocar un orgasmo para ser bueno, y si bien es importante priorizar tu propio placer, cualquier cosa que se sienta bien para tu cuerpo está bien.
¿Qué es un orgasmo?
Médicamente hablando, un orgasmo se define como los cambios en el cuerpo cuando hay un placer intenso, lo que provoca un aumento en el pulso y la presión arterial, explica la Dra. Jessica Shepherd, obstetra/ginecóloga y experta en salud de la mujer. Los orgasmos también pueden causar espasmos de los músculos pélvicos que causan contracciones en la vagina y en la uretra en el caso de los hombres.
¿Cómo sé si tuve un orgasmo?
La Dra. Shepherd explica que gracias a los neuroquímicos liberados durante el orgasmo, este puede sentirse como un trance sensual y crear un estado de éxtasis sexual que puedes sentir tanto física como psicológicamente. En pocas palabras, un orgasmo es “la excitación sexual aumentada y la satisfacción percibida y luego seguida de relajación”, agrega.
¿Cuáles son algunas de las señales de que tuviste un orgasmo?
Hay algunas señales físicas que pueden darte una pista si también estás en camino. Cuando estás excitado, tu corazón late más rápido, tu respiración se acelera, tus pezones se ponen duros y tus genitales se llenan de sangre. A medida que aumenta la excitación, estas sensaciones aumentan hasta que llegas al orgasmo.
Si bien el proceso físico es el mismo para todos, la experiencia orgánica real varía de mujer a mujer. Es posible que sientas un leve hormigueo una vez y una explosión de cuerpo completo la próxima. Sin embargo, hay algunos indicios generales, como contracciones en la vagina, elevación o empuje pélvico, curvatura de los dedos de los pies, respiración pesada y rápida y gemidos, y una sensación de euforia.
Lo más probable es que si no estás segura de haber alcanzado el orgasmo, no lo hayas hecho: la sensación es tan intensa que es poco probable que la hayas confundido con algo más. Si sospechas que no estás llegando al clímax, puedes aprender familiarizándote con tu cuerpo y cómo reaccionas a la estimulación sexual.
¿Has intentado masturbarte? Considera echar un vistazo a algunas de estas técnicas de masturbación: una vez que hayas dominado tu propio cuerpo, podrás comunicarle a tu pareja lo que te excita. ¡Y no tengas miedo de traer juguetes a la mezcla! Compra uno que se adapte a ti y a tus prácticas sexuales sola o con pareja.
El truco es experimentar usando diferentes tipos de toque hasta que encuentres el método que funcione para ti y luego seguir. También ayuda concentrarte en lo que sientes en el momento en lugar de preocuparte por alcanzar el objetivo del orgasmo.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan US
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