Hablar sobre la falta de deseo en una relación sabemos que puede ser complicado, pero es algo necesario para mantener una conexión. A veces, expresar que no quieres tener sexo puede dar miedo, ya que no queremos que nuestra pareja se sienta rechazada o a que esto afecte la relación.
La clave está en la forma en que lo dices. En lugar de simplemente decir “no quiero”, puedes expresarlo con más tacto. Algo como “Te quiero y me encanta estar contigo, pero en este momento no tengo ganas de tener sexo” ayuda a que la otra persona entienda que no es un rechazo hacia ella, sino una cuestión personal.
Es importante evitar excusas vagas como “estoy cansada” si no es la verdad, ya que esto puede generar malentendidos o hacer que tu pareja piense que hay un problema más graves. Ser honesta y directa ayuda a que la conversación sea más abierta y comprensible.
En una relación sana, el sexo no debería sentirse como una obligación, sino como una decisión compartida en la que ambos estén cómodos. La honestidad, el respeto y la empatía son la base para que cualquier conversación sobre el deseo se lleve de la mejor manera posible.