Logra que él te escuche para disfrutar una increíble sesión hot
La horrorosa frase “tengo que hablar contigo” es una barrera automática en el cerebro de tu hombre. Pésima idea comenzar así, es una manera inconsciente de intentar no llegar a nada. Y si de hablar de su vida sexual se trata, peor tantito.
Hay muchos ingredientes que contribuyen a esto. Empezando porque al igual que nosotras, han aprendido a ser amantes a prueba y error. Pero -además- la cultura machista les ha enseñado que su valor y virilidad radican en qué tan buenos son en el colchón. Entonces, todo comentario respecto de su performance o tácticas lo traducen en algo negativo.
No por ello debes quedarte callada. Hay maneras muy simples, pero poderosas para que no se sienta amenazado y, es más, mucho más abierto a evolucionar entre las sábanas. Y aquí te las decimos.
Fuera de la cama
Primera regla: los temas de cama nunca se hablan en la cama. Ni antes ni después del sexo. Debes encontrar un momento neutral, para vender naturalidad. Obvio, solos y en un terreno que seguro, ambos deben estar en un mood relajado. Jamás vayas a hacerlo tras una discusión, porque parecerá venganza.
No te anuncies
Evita una frase de inicio, como “hay algo importante que quiero decirte”. Recuerda: debes estar relajada; es un tema tan natural como cualquiera. No se te ocurra llorar o desesperarte, porque le enviarás un mensaje letal: “Eres pésimo amante, al grado que yo no sé qué hacer”.
La clave
No es una queja ni una “observación” a lo que hace mal, sino potenciar lo que te gusta respecto de cómo te trata, te ve, te toca, y sacar lo que no te hace sentir plena de su relación. Prepara previamente el tema, pero que no parezca “ensayado”.