El fingering consiste en usar solo tus dedos para acariciar, masajear y estimular los genitales. Una técnica tan antigua como el sexo.
Usar los dedos para alcanzar el placer sexual es una práctica tan antigua como el mismo sexo. El fingering, nombre que recibe esta técnica tan popularizada, consiste en usar solo tus dedos para acariciar, masajear y estimular los genitales, tuyos o de la otra persona. Aunque se cree erróneamente que el fingering solo funciona para las mujeres y personas con vulva, la realidad es que puede ser muy placentera para los hombres, si se estimula de forma correcta el pene, los testículos y el perineo, o punto p.
Dos técnicas para probar el fingering en hombres
Usando todos los dedos
Toca suavemente el pene de arriba hacia abajo. Haz círculos alrededor de los testículos y el perineo. Utiliza las yemas de los dedos para dar masajitos en el glande.
Dos dedos a la vez
Para esta técnica, solo necesitarás el dedo pulgar y el índice. Masajea con los dos dedos el pene desde la parte superior hasta la parte inferior, al llegar al glande da unos leves masajes. La intensidad y las repeticiones dependerá de tu pareja. Importante: deja que la excitación vaya subiendo poco a poco e intenta que el placer se alargue todo lo que puedas, recuerda que las terminaciones nerviosas en las zonas erógenas del hombre toman su tiempo, pero con paciencia y mucha suavidad puedes tener grandes resultados.
Detalles que debes cuidar antes del fingering
- Manos limpias antes de iniciar cualquier estimulación, la higiene es importante.
- Agrega un toque de lubricante para conseguir una experiencia más placentera.
- Lo ideal sería que las uñas no estén demasiado largas o rotas, asegúrate de que al contacto se perciban suaves.
- Hidrata tus manos antes de cualquier juego, pon especial atención en tus yemas para que la experiencia no se vea arruinada por resequedad o la piel áspera.
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