Cada vez son más las mujeres y hombres jóvenes que deciden alejarse de una vida sexual activa por una vida de celibato. Por extraño que te parezca, esta decisión no tiene nada que ver con alguna imposición religiosa, falta de oportunidades o de represión.
Por drástico que parezca, el celibato voluntario no es sinónimo de renunciar para siempre al sexo o a la intimidad, sino más bien se ha tomado como una oportunidad para darte una pausa y reenfocar prioridades. Incluso es visto como una oportunidad para reconectar con una misma.
En otros casos, hay mujeres que lo hacen para dejar de sentirse obligadas a cumplir expectativas sexuales ajenas, para sanar después de experiencias dolorosas o simplemente para explorar su sexualidad desde un lugar más libre, sin necesidad de involucrar a otra persona.
Este fenómeno incluso ha ganado visibilidad en redes sociales, donde hashtags como #celibacy o #sexbreak muestran historias reales de mujeres que decidieron priorizarse por encima de una vida sexual activa. Incluso celebridades como Julia Fox han hablado abiertamente de su decisión de abstenerse durante un tiempo.
Con el diálogo que ha creado este tema, se ha dado a conocer que muchas mujeres coinciden en que esta pausa las ha ayudado a conocerse mejor, a sentir menos ansiedad por ser la chica “ideal” y a conectar con su cuerpo desde otro lugar. ¿Tú qué opinas, lo intentarias?