¿A qué huele una persona que acaba de tener sexo? Aquí te lo revelamos...
Aunque no son evidentes, hay muchas señales que pueden indicar cuando una persona acaba de tener sexo. Entre los efectos inmediatos se encuentran la reducción del estrés y la tensión, una mejora en el estado de ánimo y aumento de sueño. Sin embargo, en otro artículo mencionamos que, de acuerdo a diferentes mujeres, es posible saber si un hombre acaba de tener intimidad con otra mujer; ¿cómo detectarlo? Es posible que le cueste trabajo tener una erección, su pene huele a látex o a aromas frutales (prueba de que utilizó un condón), tarda mucho tiempo en eyacular, sus testículos están blandos, presenta sueño y cansancio, toma duchas irregulares y la última pero no menos importante: huele diferente.
Y es que se dice el sexo tiene un aroma específico que no es difícil de detectar. Los diversos fluidos de las personas involucradas en la relación íntima se mezclan y forman un compuesto especial e irrepetible; el sudor, la saliva, los fluidos genitales e incluso los olores naturales de pies, axilas e ingles se fusionan para darle vida al olor a sexo, el cual es inconfundible gracias a las feromonas liberadas durante la sesión.
Así es como el aroma de una persona puede delatar si acaba de tener sexo
Sí, el aroma de una persona podría delatar si acaba de tener sexo, aunque este olor no es algo universal ni completamente evidente en cada uno de los casos. Y es que durante las relaciones sexuales, el cuerpo atraviesa por cambios fisiologicos y algunos de ellos influyen en el olor corporal.
El aroma de una persona que recién tuvo sexo puede variar dependiendo diferentes factores, pero existe uno que es el más común. Durante el sexo, las glándulas sudoríparas liberan un tipo de sudor diferente, pues está asociado a la excitación sexual, por lo que tiene un olor más intenso y característico que el sudor regular. Esto, mezclado con las feromonas, crea un aroma salado, agrio o musgoso.
La combinación de fluidos corporales, sudor y el aroma natural de la piel pueden dar lugar a que las personas que acaban de tener sexo tengan un aroma “terroso”, “salado” o “almizclado”.