Abrazar a tu pareja después de tener intimidad ayudará a reforzar su relación gracias a que aumenta la sensación de unión, intimidad y conexión
A veces lo verdaderamente importante se encuentra en los detalles, pero no en los detalles costosos, sino en los detalles donde tú y tu pareja pueden identificar el compromiso y el interés recíproco, es por eso que el contacto físico toma relevancia en las relaciones sentimentales.
De hecho, está científicamente comprobado que los besos, las caricias y los abrazos de pareja impactan benéficamente en el bienestar individual, por ello, hoy en Cosmopolitan queremos contarte porque es importante abrazar a tu pareja después de tener intimidad.
Abrazar a tu pareja después de tener intimidad, el hábito que cambiará radicalmente su relación
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Toronto demostró que mantener abrazos duraderos después de la intimidad refuerza la sensación de satisfacción, incluso por encima del tiempo que la relación sexual haya durado.
Sin embargo, este importante estudio encontró que el impacto de los abrazos poscoitales tiene mayor repercusión en la salud física, emocional y anímica de las mujeres, ya que el 94% de la encuestada refirió sentirse comprendidas, escuchadas y protegidas durante los abrazos posteriores a la intimidad.
Aunque el efecto en los hombres no es inmediato, el estudio también concluyó que para ellos la sensación de felicidad en pareja a largo plazo se refuerza gracias al contacto físico después del sexo ya que los abrazos refuerzan la complicidad, la unión y la intimidad.
Beneficios de abrazar a tu pareja incluso sin tener intimidad
- Además de acercarte a tu pareja física y emocionalmente, los abrazos tienen un impacto benéfico en la salud ya que disminuyen el estrés y la ansiedad.
- Mejoran significativamente la salud del sistema cardiovascular e inmune.
- Durante un abrazo, el cerebro libera oxitocina, la hormona encargada del bienestar físico y la felicidad.
- Y por si fuera poco, estimula la libido, por lo que abrazar a tu pareja después, o incluso sin tener intimidad, abre la puerta a un ciclo interminable de deseo y pasión.