El squirting es un tema que ha despertado mucha curiosidad y con ella, muchos mitos, especialmente por la forma en que ha sido representado en la pornografía. Para algunas mujeres, puede generar inseguridad sobre si es algo que su pareja disfruta o si podría resultar incómodo. Pero, ¿realmente a los hombres les gusta que su pareja tenga esta experiencia?
Para empezar, es importante entender qué es el squirting. Se trata de la expulsión de líquido a través de la uretra durante la excitación o el orgasmo. Aunque su composición sigue siendo un tema de debate en la ciencia, lo que sí se sabe es que no es lo mismo que la lubricación vaginal ni que la orina. No todas las mujeres lo experimentan y su presencia o ausencia no define la calidad del placer.
Ahora bien, ¿les gusta o no? Esto depende mucho de cada persona. Algunos hombres lo ven como una señal de que su pareja está disfrutando intensamente y lo encuentran excitante, ya que les da la sensación de haber provocado un placer extremo. Para ellos, saber que su pareja está experimentando algo tan intenso puede ser muy satisfactorio.
Recordemos que desafortunadamente, el porno también ha influido en la percepción del squirting, creando expectativas poco realistas. En muchos de este contenido, se muestra de manera exagerada, como si fuera un estándar de placer, lo que puede llevar a algunos hombres a esperarlo en la vida real sin entender que cada cuerpo es diferente.
Si un hombre nunca ha estado con alguien que haga squirting, su primera reacción puede ser de asombro o incluso de confusión. Algunas personas disfrutan la sensación de lo inesperado y lo ven como una experiencia emocionante, mientras que otras pueden necesitar tiempo para procesarlo y comprenderlo mejor.
Pero más allá de si “les gusta” o no, lo que realmente influye en la experiencia es la comodidad y la comunicación entre ambos. Si es algo que ocurre naturalmente para ti y te hace sentir bien, no hay razón para preocuparte por la opinión de alguien más. Al final del día, lo más importante en la intimidad es que ambas personas se sientan cómodas y disfruten sin presiones ni tabúes.