¿No le excito? ¿No le gusto? ¿Está incómodo? Esas son algunas dudas de la mujer cuando su pareja no puede lograr o mantener una erección
Así como las mujeres tenemos problemas de lubricación o sequedad vaginal, los hombres puedes presentar impotencia o disfunción eréctil. Esto se define como la complicación para lograr o mantener una erección lo suficientemente firme para alcanzar la penetración durante el acto sexual. Si bien esto es más común en la etapa adulta, se puede presentar en diferentes edades.
Pero ¿cuáles son las principales razones por las que un hombre presenta dificultades para que se le pare cuando está en un ambiente íntimo contigo?
3 Razones por las que un hombre no tiene una erección cuando está contigo en el acto
- No está lo suficientemente excitado
Esto puede estar relacionado con que su pareja sexual no le guste, o bien, puede gustarle y aún así presentar disfunción. Los problemas para excitarse pueden deberse a un cúmulo de nervios, tensión o incomodidad. Para que una erección fluya, el hombre debe sentirse totalmente relajado, cómodo y debe estar concentrado en el momento. Esta angustiada puede surgir por miedo a no rendir en la cama, a ser evaluado de forma negativa por su pareja, a que el acto no se vuelva a repetir o bien, a ser juzgado por la forma en la que tiene relaciones.
- Problemas o condiciones médicas
Algunos trastornos o enfermedades puede causar que un hombre no pueda tener una erección o bien, que la pierda casi de forma instantánea:
- Presión arterial alta
- Sobrepeso
- Diabetes tipo 2
- Enfermedad de los riñones
- Lesiones por tratamientos para el cáncer de próstata
- Lesión en la vejiga, la pelvis, la médula espinal o el pene
- Enfermedad del corazón
- Ateroesclerosis
- Esclerosis múltiple
También el uso de medicinas para controlar estas afecciones médicas pueden complicar la erección del hombre.
- Uso de sustancias nocivas
El consumo de alcohol influye en que un hombre no pueda mantener una erección prolongada, esto por el aumento de oxidación en la guanilato ciclasa, una de las proteínas relacionadas en el proceso eréctil. Lo mismo pasa con el tabaco; fumar puede dañar de forma permanente o gradual los vasos sanguíneos del cuerpo, afectando la irrigación de sangre al pene.